Como miembros de una sociedad ,organizada en torno a unas normas y unos principios, adquirimos la condición de ciudadanos. Una condición que emana de la suma de derechos y obligaciones que todos debemos cumplir y hacer cumplir para el buen funcionamiento del sistema.
La ciudadanía se adquiere no es una dádiva que otorgue el poder y , una vez consolidada hay que mantenerla ejerciendo de ciudadano. De ahí que durante años la ciudadanía haya luchado en pro del bienestar y la libertad por la superación de esos límites impuestos desde el poder , entendidos estos términos en su sentido más amplio.
En los últimos tiempos, en los que el poder se ha establecido y ha impuesto sus normas, por encima de acuerdos ya consolidados y aceptados por la mayoría, el recorte de derechos y la caída del bienestar social es alarmante. Pero lo que más alarma es "el pasotismo" de una gran parte de la masa social que parece vivir ajena a lo que ocurre: Una masa que empieza a desdibujar el concepto de ciudadano y se aferra con fuerza al término usuario.
Cuando veo a un descerebrado destrozando el mobiliario urbano, o a una persona dando voces en una escuela a una maestra, o a un político "metiendo la mano" en la caja de un ayuntamiento... pienso que algo está fallando, que estamos convirtiéndonos en usuarios sin responsabilidades, que si rompo una papelera no es mía en la enésima parte que me corresponde como ciudadano partícipe de esta sociedad y si me llevo unos cuantos de millones de Euros que son del ayuntamiento o del gobierno de turno tampoco pasa nada porque ese dinero no es de "nadie" .
Como dice el Juez Calatayud "estamos perdiendo el norte" , estamos dejando de ser ciudadanos y convirtiéndonos en usuarios dependientes, el estado no tiene obligaciones con la ciudadanía, sólo tiene prestaciones, por lo que los servicios educativos, sanitarios, sociales... se convierten en material de usar y tirar. Los pacientes se convierten en usuarios con todos los derechos pero con mínimas obligaciones, los alumnos son usuarios del sistema educativo y los maestros repartidores de contenidos especificados en la ley de turno... Da igual , el sistema ha conseguido paralizar las ideas e imponer el bienestar particular sobre el bienestar social, las exigencias individuales sobre las colectivas. Miedo da pensar en estos términos, donde se vislumbra la incoherencia social y el egoísmo, no solo de la base social , sino también de los que nos gobiernan. ¿O no hay tanta incoherencia desde los gobiernos?
La ciudadanía se adquiere no es una dádiva que otorgue el poder y , una vez consolidada hay que mantenerla ejerciendo de ciudadano. De ahí que durante años la ciudadanía haya luchado en pro del bienestar y la libertad por la superación de esos límites impuestos desde el poder , entendidos estos términos en su sentido más amplio.
En los últimos tiempos, en los que el poder se ha establecido y ha impuesto sus normas, por encima de acuerdos ya consolidados y aceptados por la mayoría, el recorte de derechos y la caída del bienestar social es alarmante. Pero lo que más alarma es "el pasotismo" de una gran parte de la masa social que parece vivir ajena a lo que ocurre: Una masa que empieza a desdibujar el concepto de ciudadano y se aferra con fuerza al término usuario.
Cuando veo a un descerebrado destrozando el mobiliario urbano, o a una persona dando voces en una escuela a una maestra, o a un político "metiendo la mano" en la caja de un ayuntamiento... pienso que algo está fallando, que estamos convirtiéndonos en usuarios sin responsabilidades, que si rompo una papelera no es mía en la enésima parte que me corresponde como ciudadano partícipe de esta sociedad y si me llevo unos cuantos de millones de Euros que son del ayuntamiento o del gobierno de turno tampoco pasa nada porque ese dinero no es de "nadie" .
Como dice el Juez Calatayud "estamos perdiendo el norte" , estamos dejando de ser ciudadanos y convirtiéndonos en usuarios dependientes, el estado no tiene obligaciones con la ciudadanía, sólo tiene prestaciones, por lo que los servicios educativos, sanitarios, sociales... se convierten en material de usar y tirar. Los pacientes se convierten en usuarios con todos los derechos pero con mínimas obligaciones, los alumnos son usuarios del sistema educativo y los maestros repartidores de contenidos especificados en la ley de turno... Da igual , el sistema ha conseguido paralizar las ideas e imponer el bienestar particular sobre el bienestar social, las exigencias individuales sobre las colectivas. Miedo da pensar en estos términos, donde se vislumbra la incoherencia social y el egoísmo, no solo de la base social , sino también de los que nos gobiernan. ¿O no hay tanta incoherencia desde los gobiernos?
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