martes, 6 de diciembre de 2011
PARÁBOLAS EDUCATIVAS II
Jesús llevaba tras el mostrador de la ferretería tantos años, que le era difícil precisar la fecha en la que abrió la tienda: en el 83 ? o quizás fue en el 84 ? ... Conocía todos los rincones del local : donde estaban los tornillos, tuercas, abrazaderas, herramientas... Estaba seguro que si cerraba los ojos encontraría sin problemas cualquier cosa de las miles que se disponían por estantes y cajas repartidas por todos sitios. Ya eran muchos años dedicándose a este oficio de la venta. Las rutinas comenzaban a las 9 abriendo el cerrojo de la cancela y deslizando la puerta corredera, como llevaba haciendo desde siempre. Se ponía su mandil gris azulado y con parsimonia, sin prisas, recortaba trocitos de papel de periódico ,con las noticias atrasadas , para anotar las sumas inmediatas y fugaces de los pedidos que se hacían en el mostrador. A las 11 se permitía un pequeño descanso y cerraba la puerta mientras iba a tomar café : "vuelvo en un rato" . Y así todos los días hasta el cierre.
Pero Jesús era un hombre moderno, innovador, a pesar de los años veía que la ferretería podía mejorar sus ventas si "arreglaba" su local , muchos de la calle ya lo habían hecho : El panadero había instalado un horno eléctrico, y comenzaba a organizar sus pedidos a través de Internet . El fotógrafo no tuvo más remedio que dejar sus revelados de siempre, sus ácidos y negativos, para enfrentarse a la fotografía digital, no le quedaba otra o tenía que cerrar... Había que cambiar!!
Jesús comenzó por adecentar el local, abrir ventanas y colocar nuevas estanterías. El stock de piezas ya no los tenía que recordar ni almacenar , ahora estaban en un ordenador que le indicaba el lugar, y la existencia de las mismas, además de darle el precio, el IVA y los posibles descuentos.... En caso de no tener existencias hacía el pedido inmediatamente y lo tenía en 24 horas. Amplió el negocio, ahora que tenía más espacio, vendiendo y colocando suelos de madera, para lo que contrató a un montador y así le sacaba más rendimiento a la furgoneta que , la mayoría de las veces, estaba siempre parada en la puerta...
Nota.- Si crees que hay que poner un final ... ya sabes, tú mismo...
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¡Cuidado Jesús con las ampliaciones!
ResponderEliminarUna abrazo Miguel y gracias por la twittdedicatoria.