Ser Padre /Madre ( Si están los dos, en teoría, sería mejor) es una tarea dura y ,en muchos casos ,extenuente. Si añadimos que los niños llegan a este mundo sin manual de instrucciones, sin una mínima guía para salir adelante en la crianza ( que dura años, si no toda la vida) todo puede hacerse mucho más complejo y agotador.
Además cada niño es un ser único: los hay buenos, malos, traviesos, juguetones, inquietos, tranquilos, soñadores, llorones, tragones, delgaditos,gordos... Los que lloran y los que no dejan de llorar, los que te sonrien y te miran desde dentro de los ojos.... Realmente es un "material" dificil de trabajar con el...
Si subimos un peldaño en la escala de la vida y nos colocamos sobre los tres años de edad nos encontramos que hay que sumar una tarea más, la escolar. Ya la responsabilidad que se supone que hemos tenido para mantener sus constantes vitales y darle protección y seguridad se amplía hacía el compromiso con las rutinas escolares: levantarse temprano, vestirlo y asearlo para el cole, prepararle el desayuno, el material escolar... Ufff .
Si seguimos subiendo peldaños vitales y nuestro cliente se ha introducido de lleno en la educación primaria a estos padres no les queda más remedio que conjugar la educación para la vida con la educación escolar. Es el momento de asegurar el éxito escolar apoyando al hijo, orientándolo, facilitándole estrategias, animándolo y colaborando con el centro escolar.Exigiéndole un esfuerzo acorde con sus posibilidades. Toda ayuda es poca, todo contacto con el centro debe ser eficaz.
Al apoyo y al esfuerzo es imprescindible ,en el siguiente tramo, sumarle el compromiso para no crear dependencias innecesarias y fomentar la autonomía del adolescente que viene de camino. Ese bebé llorón, ese niño que jugaba a todas horas ... va a cambiar y mucho. Tiene que consolidar su personalidad y tomar sus propias decisiones.
¿Y ahora?
Sé que todas las familias no actúan así (desgraciadamente), pero tampoco todos los centros son receptivos a los padres y madres, cuando debería ser el objetivo número uno de cualquier institución educativa.
Cada vez que que pienso en éxito escolar se me viene a la mente éxito familiar. No puede existir una educación de calidad sin el acompañamiento, sin la unión de los centros educativos y las familias.
¿Qué podemos hacer desde los centros educativos? Evidentemente buscar estrategias de participación de los padres y madres en la vida escolar, plantearnos políticas inclusivas y de mediación, crear escuelas participativas y abiertas a la comunidad. Esta "obligación" de ser responsables en tareas escolares por parte de los padres puede abrir las puertas al diálogo y a un modelo educativo más eficaz y, sobretodo, más valorado.
Les dejo el proyecto educativo que estamos llevando a cabo en Bocairent(Valencia). Se trata de la innovadora Universidad de Padres presencial: www.uppresencial.es
ResponderEliminarGracias Salvador, tomamos nota, un abrazo, Miguel
ResponderEliminarYo culpaba siempre al centro educativo de no abrir sus puertas a las familias. Ahora sé que vamos al 50% y sálvese quien pueda.
ResponderEliminarLos adultos tenemos un problema, y gordo: no podemos con tantas cosas, y transmitimos a nuestra chiquillería esa sensación de que nunca hay tiempo suficiente, dinero suficiente, cosas suficientes... en plena época megaconsumista, vivimos con escasez interior.
Y así nos va.
Es cierto lo que cuentas, .... a mi me trae de cabeza el pensar que una criatura tenga que tener una vida u otra dependiendo de la familia en que haya nacido:
ResponderEliminar¿Hay que tener suerte hasta para nacer? ¡Muy fuertee ese determinismo!
Educación inclusiva, atención a la diversidad....¡todo está muy bien! pero solo durante 5 horas al día ¿el resto qué?
¡Buen artículo, Miguel!
Cada familia es distinta, cada persona, cada niño y niña, cada centro, cada docente.
ResponderEliminarEs difícil ser m/padres, no nos preparan. Son los hijos/as los que hacen a los m/padres ser m/padres, los hacen demostrase como personas.
Si como dice María, tienen suerte de tener como ascendientes a seres con ganas de crecer, todo irá bien. Todos se formarán como individuos relacionados en redes familiares, sociales, afectivas.
Si no, el sistema educativo debe, con esfuerzo, intentar recuperar al mayor número posible de niños/as, por el bien del conjunto de la sociedad.
Cierto lo que Lola dijo: megaconsumismo y escasez interior. Pero no solo en el ámbito familiar. Ya Pennac en "Mal de escuela" habla del tema.
Hay familias de todo tipo, y centros de todo tipo. Por no decir docentes de todo tipo.
Lo mismo pasa con los centros educativos. Los hay abiertos a crear comunidad, y los hay del medievo (castillos con sus castellanos), y no hay Dios (ni claustro, ni ná) que los haga abrirse.
Si los niños/as solo tienen 5 horas de felicidad y educación, algo es algo.
Nadie dijo que fuera fácil educar, y los niños/as no tienen la culpa de nacer en sus familias. Una cosa es enseñar y otra educar.
Y seguro que entre todos podemos educar.
Por lo menos con personas como vosotros sí es posible.
lo creo firmemente.
Saludos.
@salpegu