miércoles, 16 de septiembre de 2015

SOBRE COMEDORES ESCOLARES

A los directores y directoras de primaria de Andalucía nos ha "tocado" vivir en la última década y en primera línea la transformación de nuestros centros educativos, pasando de ser colegios donde se impartía solo enseñanza a macrocentros desbordados por planes , proyectos y programas.


¿Se han dotado a los centros de recursos para estos cambios?


No, en absoluto.


La infraestructura de la secretaría de un colegio de primaria es bien simple: El Equipo Directivo (Director, Jefa de Estudios y Secretaria)  que se encarga de la administración y ,con suerte, un monitor o auxiliar que ayuda en esta tarea. No tenemos bedeles ni otros auxiliares, incluso tenemos que hacer de porteros cuando éste falta.


Esto ha sido así siempre y no ha habido cambios para afrontar la excesiva carga de trabajo que soportamos en la actualidad. Todos los componentes del Equipo Directivo, además, impartimos clases.


Los Equipos Directivos nos hemos convertido en gestores de listados, en  expertos en recogida de datos y  confección de listas, en controladores de cheques-libro y de horarios de actividades de  todos los programas, planes y proyectos que llevamos adelante en el centro.


El caso más grave y que está llegando año tras año a límites insostenibles es la gestión del comedor.


Este servicio complementario, incluido en el Plan de Familia de la Consejería de Educación nació hace ya catorce cursos con la idea de ayudar a la conciliación laboral y  familiar. Además se apoyaba en el Consejo Escolar para , entre otras tareas, controlar el acceso del alumnado al mismo. Antes de 2001 no existía el comedor en muchas escuelas y los niños iban a clase.


 Los directores de los centros poco o casi nada  podemos hacer para organizar y mejorar el servicio.  En muchos comedores se trabaja con catering, que contrata la administración, quedando los centros solo para la gestión burocrática administrativa. Una incongruencia porque el comedor solo "está allí" en un local del centro, sin ser del colegio excepto por sus alumnos y , lo que es más grave: La enorme responsabilidad del director en un servicio en el que poco o nada puede intervenir. El director no tiene potestad ante los monitores del catering que sin apenas formación y cobrando unos pocos euros por hora se encargan de vigilar a los alumnos, ni soñando que puedan realizar alguna función educativa.


Con el paso del tiempo los comedores escolares han ido perdiendo ese punto conciliatorio y poco a poco han devenido en un derecho casi obligatorio y de necesidad para muchas familias, lo que genera un sin fin de problemas al no poder ofertas plazas para todo el alumnado del colegio, ya que es la Consejería la que decide las plazas de comedor para cada centro.


¿Que está ocurriendo? Que las direcciones de los centros , la "que da la cara" ante las familias, nos encontramos sin respuesta a las demandas y sin capacidad para dar cobertura a todos los alumnos. Todos los días y a todas horas recibimos quejas  y reclamaciones de familias que intentan entrar en el mismo. Un auténtico problema que cala en la vida y la convivencia del colegio y causa un estrés infinito a todos.


La única solución quizás sea la eliminación de este servicio complementario por otro integral que participe en la vida del colegio. Un comedor para todos y gestionado desde el centro, con recursos y con fines educativos. Lo que si está más que claro es que así no podemos continuar y que la situación se está volviendo insostenible.


Fotos de la Carlsson Skola (Estocolmo)


aa aaaEstas fotos se realizaron en el comedor de la Carlsson Skola en mayo de 2010, toda la organización del servicio de comedor la realizaban los propios alumnos. El comedor es una parte fundamental y vital del día a día de la escuela.

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