No encontrar espacios,
agotar
las lágrimas,
ver
como de tus manos
vuelan
las caricias y los abrazos,
de
tu boca besos,
apenas
palabras tiernas: hombre bueno, padre,
tristeza,
abrazado a mi compañera,
de la mano , mi hijo, mi hija,
dulces
recuerdos y estás,
ahí
en la quietud de la vida... que se va
desconcertado,
perdido, solo ...
sin
entender nada...
mirando en
el vacío los ojos de la madre, sus labios
la
rabia, su grito mudo ,
viento
frío,
cipreses
hundidos en la tierra que nos une,
y
la mirada, la última despedida
se
va el compañero, el amigo, la vida.
Te
quiero Padre.
Precioso. Ahí va un sentimiento. Esté donde esté le encantará. Un abrazo.
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