Números,estadísticas y derechos humanos

Desde la Escuela me preocupa el ataque masivo que están alentando las instituciones al estado de derecho, que no solo al del bienestar. Un estado de derecho que se consigue tras años de luchas sociales para mejorar la calidad de vida. Consecuencias de esta mejora se plasman en una educaciòn y una sanidad universal, un respaldo asistencial fuerte y eficaz y ,sobretodo,  en prestaciones y reconocimientos para los mas desfavorecidos.

Si desde la administración se propone ahora recorrer  el camino inverso por Decreto Ley, es  decir, si el objetivo prioritario es recortar y eliminar  esos derechos adquiridos legalmente, evidentemente serán los más necesitados los que sufriràn el mayor peso de esta política económica .

 Esta indefensiòn se agrava hasta extremos insospechados con colectivos como inmigrantes, chabolistas , parados de larga duraciòn y sin ingresos de ningún tipo, madres solteras o separadas con hijos a cargo, padres sin recursos, mayores... 

Llevamos 4 días con el cole abierto,aun sin alumnos,  desde  primera hora la cola de familias preguntando por las listas de comedor, por aula matinal, por actividades ... Es interminable . Solo podemos ofrecer 178 plazas de comedor a nuestros alumnos ( tenemos 250 solicitudes) . Los dos turnos están al completo. Todos quieren entrar, es un seguro alimenticio diario, pero al mismo tiempo temen que no les llegue la subvenciòn porque no tienen para pagar los 4,50€ diarios del menú... Si no entran puede ser un gran problema , pero si entran y no tienen subvénciòn estamos en las mismas.

Es cierto que los centros escolares ,hablo de los ubicados en zonas desfavorecidas, nos estamos convirtiendo, o nos hemos convertido en centros sociales, en centros cívicos donde lo mas importante es la demanda social de subsistencia, mal llamada conciliaciòn familiar. Con este modelo la Educacion  pasa a un segundo plano y la demanda de servicios es el único objetivo para familias que necesitan trabajar el mayor numero de horas para salir adelante, en detrimento del cuidado de los hijos y de la atención necesaria para el desarrollo de los mismos. Así los niños y niñas pasan horas y horas en la escuela, algunos desde las 7,30 de la mañana hasta las 8 de la tarde , ¡Que horror¡ 

Siempre he renegado de este sistema ,de que los comedores y las aulas matinales estuvieran dentro de los centros, porque a las larga o a la corta las escuelas iban a perder su identidad y su función;  Primero porque no se dispone de recursos suficientes para hacer una labor educadora en el comedor o aula matinal,  ni para llevar adelante programas de salud o alimenticios; Segundo porque las escuelas no disponen en su mayoría de las más mínimas  infraestructuras de espacio y humanas para la gestión del mismo (de eso hay mucho que decir) .

Los comedores toman así  , en muchos casos, el rumbo de la beneficencia, desgraciadamente, y se  consolidan como la única vía posible para sobrevivir , ¡Que pena¡ Y el panorama se tiñe de negro, más aún,  si este llega a desaparecer...

Hay otras alternativas, seguro que si, pero en estos momentos ni siquiera se plantean, no son días de invenciones e innovaciones...

Como director , que recoge todas las  esperanzas y expectativas de estas familias, el desgaste emocional es enorme: no puedo meterlos a todos en el comedor, no puedo darles la comida gratis, aunque a veces hemos buscado nuestras artimañas al borde del sistema,  nosotros no gestionamos el comedor. También como director me apena que estos servicios sean los prioritarios ...  la educación, la escuela.  ni siquiera llegan  a preocuparles lo más mínimo. Somos comedores escolares con un anexo, pequeñito, que es la escuela.

¿Que hacer?

Hoy Roxana,  madre de dos niños de Infantil  me miraba con ojos tristes: No está en la lista de aula matinal ni en el comedor, no ha podido entrar. Es el único sustento de la familia, su marido se ha ido a Bolivia por si encuentra trabajo allí, ella  gana 600 euros trabajando en una casa desde las 8 de la mañana hasta las 5 de la tarde. No está asegurada y ahora , además, se queda sin médico, que difícil se lo están poniendo. ¿La vamos a dejar en la calle?

Hoy más que nunca debemos ser solidarios con los que menos tienen, con los que menos pueden y esa debe ser nuestra lucha. Es el momento de olvidar  los números y las estadísticas y pensar  en todas esas personas, tan cercanas a nosotros, que necesitan ayuda.  Tendremos que convivir con nuestros deseos y con la realidad.