jueves, 9 de diciembre de 2010

PENSANDO EN ALTO : INFORME PISA

El informe PISA crea polémica. Las diferencias, más que evidentes, entre paises, entre regiones, incluso entre zonas urbanas o rurales dan lugar a reflexiones muy dispares.
El enfoque sobre la "culpabilidad" del fracaso obtenido en los resultados de las pruebas, pone el punto de mira en todos los agentes que conforman el sistema educativo: Profesores y profesoras, familias,administración, colegios públicos o concertados... Además de una visión  panorámica sobre la equidad, los niveles sociales y económicos, la fiablidad , los intereses y la duda estadística...                                              

Ciertamente el Informe puede tener sus lecturas, pero lo que si es una realidad es que nos encontramos en un momento en el que el cambio educativo y social es ineludible. 
Si miramos a los paises con más alto índice de éxito comprobamos la estabilidad de sus sistemas educativos.
Hargreaves  y Fink nos recuerdan en su libro sobre liderazgo sostenible que "el cambio en la educación es fácil de proponer, complicado de llevar a la práctica y extraordinariamente dificil de sostener".
¿Pero quién propone ese cambio?  Desde la administración se  vive a "golpe de innovación",  la planificación a largo plazo parece que no existe  : Ahora competencias, luego TIC 2.0, más tarde programas para la conciliación, después nuevo ROC , nuevos planes de centro, escuelas  abiertas 12 horas... La puesta en práctica de todo ello raramente se controla con eficacia y la inspección, en caso de hacerlo, sólo pide "papeles" para cumplir la normativa.

 ¿Pueden ser los centros educativos los gestores de esos cambios educativos y sociales? ¿Tienen capacidad los centros para transformar sus entornos inmediatos? o , al contrario,¿ la escasa o buena  formación de las familias pueden influir decisivamente sobre los malos o buenos  rendimientos del alumnado? 

Afortunadamente el cambio desde la base se está produciendo. Hablamos de comunidades de aprendizaje, de grupos de trabajo con proyectos integrados, de profesores y profesoras que con su esfuerzo y autoformación se encuentran en la avanzadilla de las nuevas tecnologías, de centros que diseñan estrategias inclusivas e interculturales, de pedagogos y profesores que se acercan a la realidad y ofrecen sus ideas y conocimientos. 
Estoy convencido que muchos profesores y profesoras están enseñando a aprender a sus alumnos, a que sean competentes y resuelvan tareas de la vida cotidiana, que  sean autónomos y responsables. Este es el cambio necesario y válido para enfrentarse a la vida y a  pruebas tipo PISA. 
Es el momento de aunar nuestra manera de enseñar con nuestra manera de vivir,o viceversa,  este es el principio de sostenibilidad y del éxito escolar y social.



6 comentarios:

  1. Pues yo lo he entendido estupendamente ;)
    Aunar nuestra manera de enseñar con nuestra manera de vivir... pues sí :))))

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  2. Gracias, Miguel. Si no ponemos de nuestra parte y muchos ya lo hacemos, es muy difícil mejorar. Si le echamos las culpas a otros y otras para eludir nuestra responsabilidad, no deberíamos quejarnos.

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  3. Estupendo, Miguel. Como siempre, me ha gustado la entrada.
    Estoy contigo: creo que la mejora (no el cambio, la mejora) viene de las bases que, por un lado, tienen que atarse al mástil del barco para no escuchar los cantos de sirena de ese vaivén de cambios que comentas y, por otro lado, asumir las rutas que parezcan interesantes bien agarradas al mástil. Necesitamos determinación, como la tuya, la de Manuel Jesús, la de Eduardo, la de Rosa, la de Juan Bueno, la de Adela y tantos otros directores y directoras que están ejerciendo su función con valentía, optimismo y muchas dosis de aguante - o de paracetamol, que a veces también hace falta. Necesitamos compromiso, como el de vuestro profesorado, el de tantos asesores y asesoras de formación y el de algunos inspectores e inspectoras. Necesitaríamos a una universidad más presente (¿cuántas voces universitarias has leído/oído reaccionando seriamente ante PISA?) y más implicada. Necesitamos poner en marcha mecanismos para convencer a las familias que tienen que ayudarnos y para explicarles cómo pueden hacerlo - pero sin regañarles, sin asustarles, sin rechazarles.

    En fin, necesitamos muchas cosas pero yo estoy tranquilo. Con gente como tú al timón, estoy tranquilo.

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  4. Efectivamente, ese es el camino. Espero que todos y todas seamos capaces de poner nuestro granito de arena.

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  5. Así es, Miguel, me parece que con menos ruido, comemos más nueces,y más a gusto. Una entrada optimista, con la mirada en el horizonte, y con los pies en el suelo, sobre una realidad que muchos no sabríamos bien cómo manejar, es lo que echaba de menos tras el revuelo PISA.

    Gracias, porque si tú confías en que desde la base podemos cambiar las cosas, yo también :D

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